Como su nombre lo refleja, se trata de una estrategia que agrupa todo lo referente a la planificación, gestión, desarrollo y distribución de contenidos, así como el análisis de los impactos que tienen estos y los resultados que brindan. Es importante no confundir esta metodología con las tradicionales comunicaciones corporativas, que permiten informar acerca de los planes, promociones e iniciativas de las empresas.
De hecho, cuando se trata de producción de contenidos en un plan de Marketing el foco no es el negocio, sino las personas y es que el objetivo de esta estrategia es, en primer lugar, educar al mercado, mostrándole de qué manera pueden resolver sus necesidades y solucionar sus problemas. Para lograr que este proceso, además de ser educativo, logre las convenciones propias del Marketing Digital de manera sustentable y orgánica, debe contar con las siguientes etapas:
- planificación;
- definición de la Buyer Persona;
- creación y optimización de contenidos;
- distribución de contenidos;
- análisis y métricas de resultados.
El ABC de la planificación de una estrategia de contenidos
Como ya sabes, una estrategia de contenidos es mucho más que un proceso que busca informar qué hace o hará una empresa. Se trata de un proceso integral, enfocado en mejorar el posicionamiento de la marca, construir autoridad en un determinado mercado, educar al mismo y, por supuesto, atraer usuarios y generar oportunidades de negocio.
Sumados a dichos objetivos netamente de Marketing, esta estrategia es un vehículo hacia metas valiosas para el negocio en sí. Entre ellas están:
- la expansión del mercado,
- la ampliación de la oferta de bienes y servicios,
- el incremento de las ventas,
- e, incluso, el aumento del valor de la marca.
Precisamente, en la etapa de planificación tenemos que plasmar todos estos objetivos que queremos lograr, igual que las prácticas que nos permitirán alcanzarlos y las métricas e indicadores que nos ayudarán a saber qué tan cerca o lejos estamos de ellos. Entre las acciones y tácticas que debemos especificar y desarrollar durante la planificación destacan:
Posicionamiento en palabras clave de un determinado mercado
Las palabras clave son los términos y oraciones que emplean los usuarios para realizar búsquedas en motores como Google y Bing.
Lógicamente, cada segmento de mercado cuenta con palabras claves que representan una muy buena oportunidad de posicionamiento en los buscadores y, en consecuencia, garantizan la exposición y visibilidad necesaria para toda estrategia de contenidos.
Por ejemplo, si se trata de universidades, “estudiar una carrera”, “mejores carreras” y “educación profesional” podrían ser muy buenas keywords.
Para que no se establezcan estas palabras con base en la intuición, podemos usar herramientas gratuitas como Ubersuggest, que nos mostrarán datos como el volumen de búsquedas y la dificultad de posicionamiento SEO.
Desarrollo de temas claves para el mercado
La importancia de educar al mercado recae, principalmente, en que las marcas ganan autoridad y reputación al hacerlo. Explicar cómo se utilizan determinados productos, de qué forma se optimizan ciertas áreas y procesos y producir contenidos didácticos es ideal para generar leads, pues los usuarios prefieren acercarse a marcas y organizaciones que proyectan profesionalismo, conocimiento y experiencia.
Es decir, con la correcta aplicación del principio de permiso del Inbound Marketing, se hace que los usuarios tengan razones constructivas para engancharse con una marca, ya que los ayuda a resolver problemas y dudas reales.
Contenidos correctos para las personas correctas
Para garantizar un buen retorno de inversión (ROI) del Marketing de Contenidos, dentro de la planificación de la estrategia es necesario priorizar la cualificación. En otras palabras, es fundamental que podamos detectar cuáles son los temas claves del segmento del mercado y, también, qué tipo de personas pueden sentirse realmente interesadas por nuestros productos y servicios. Esto nos traslada inmediatamente a la definición de la Buyer Persona.