Vender no siempre es una tarea fácil, mucho menos con la creciente competencia, ¿cierto? Estos consejos pueden ayudarte a vencer ese desafío, hacer mejores propuestas y conquistar más y más clientes.
Esmérate en la descripción de tu perfil o currículum
Este es uno de los pasos más importantes que necesitas seguir antes de empezar a enviar propuestas a tus clientes. Llenar un perfil o currículum detallado, con enlaces y ejemplos de trabajo realizado, contactando tus experiencias y con calificaciones de tus clientes es una de las mejores formas de vendedor tu trabajo. Esta es tu carta de presentación y uno de los argumentos de venta para convocante a tus futuros clientes de que eres apto para completar con éxito el proyecto propuesto por ellos.
Busca proyectos relacionados con tu perfil
Si estás especializado en un sector del mercado o en una área específica de conocimiento, trata de buscar proyectos que se relacionan con tu perfil profesional. Eso por sí solo, sin contar tu experiencia, ya aumentan, y mucho, tus posibilidades de concretar una propuesta. Los proyectos aleatorios o que no tengan afinidad con tus conocimientos pueden ser un verdadero “tiro en el pie”, perjudicando tu reputación.
Invierte tiempo en la elaboración de una propuesta
Piensa como cliente: ¿Contratarías a alguien que te envíe solo un monto, sin más información adicional? ¿Y si esa persona se presentará, contaría un poco sobre su experiencia y la presentación de trabajos realizados? ¿Sería muy diferente, no? Entonces, invierte tiempo al enviar tus propuestas. Responde a todas las preguntas del cliente, confirma que entiendes el proyecto y deja claro cómo puedes ayudar. Agrega valor a tu trabajo y no solo un precio. El valor lleva una venta de calidad y recurrente; el precio, no.
Establecer una conversación abierta con el cliente desde el principio
Al elaborar tu propuesta y comenzar el contacto con un posible cliente deja claro desde el principio que estás predispuesto a la conversación y a la negociación. Ser seco y frío no ayuda en nada. Ten la certeza de que en ese momento no vendes. Establecer una buena relación, ser amable, educado y proactivo son algunas de las actitudes que hacen la diferencia a la hora de convencer y vender. Ese posible cliente saldrá de la negociación con una buena impresión tuya como profesional y como persona.
Respeta los plazos, sé responsable
Mucha gente deja de vender, porque simplemente olvida responder a una pregunta, envía una propuesta fuera del plazo o, peor aún, manda demasiadas propuestas y no da “cuenta de la solicitud”. Por eso, dentro de este tema quedan dos consejos valiosos:
Proponte hacer solo lo que tienes capacidad de realizar y entregar con calidad. Puedes estar seguro de que un trabajo mal hecho repercutirá en tu imagen y en contrataciones futuras, de forma negativa, claro;
Respeta siempre todos los plazos, se responsable, es decir, estar presente en el desarrollo de la negociación. Si ha asumido un proyecto, cúmplelo y haz lo mejor.
Invertir en tu Marketing personal
Tener un sitio y una página o perfil profesional en las redes sociales también es una de las formas de divulgar su trabajo y ganar nuevos proyectos. La gente hoy vive conectada y puede encontrar con un solo clic, cuando tienes presencia en los medios digitales. Esta estrategia de marketing personal se vende por sí sola, ya que la gente puede contactar directamente con usted y podrá conocer mejor sus trabajos y aptitudes.
Recuerda a tus clientes
Aquí hay dos situaciones comunes: los nuevos clientes que abren proyectos, a menudo terminan quedando en el olvido por el trajín del día a día y los clientes habituales que vuelven por necesitar de sus servicios, pero que por la locura diaria no se acuerdan de ti . Por lo tanto, recuerda a tus clientes y haz que te tengan presente. Retoma los contactos que se quedarán mucho tiempo sin comentarios por parte del cliente, envía mensajes o preguntas a tus clientes habituales, muestra que estás a disposición y que continúas allí, listo para otra venta y para un proyecto de éxito.