Cómo apasionarte por tu trabajo

Probablemente ya te has enamorado al menos una vez en la vida. Y cuando la gente se apasiona siente mariposas en el estómago y no ves la hora de volver a estar con el corresponsable de tu amor. Ahora, ¿sentiste eso con el trabajo alguna vez? Estar consciente que te gusta lo que haces, que estás en el lugar correcto con las personas adecuadas.

Si haces algo que te encantaba en su momento pero perdió su magia, o si te encuentras todos los días desarrollando pequeñas tareas que no te gustan y te la pasas pensando en que no quieres estar más ahí, la probabilidad de que no puedas sostenerlo a largo plazo es grande. ¿Existe cura?

 

La automotivación es clave para reenamorarte de tu trabajo. Como bien decía Confucio, filósofo chino:

«Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día en tu vida. »

Es imposible sostener que ningún trabajo tiene alguna tarea monótona, que no nos gusta, que es desafiante o que no estamos de acuerdo. Pero existe un modo para que no prevalezca el sentimiento de insatisfacción, y, todo lo contrario, sea un factor diferencial en tu productividad, eficiencia y crecimiento laboral: la automotivación.

¿De que se trata ese superponer de cambiar la forma en la que hacemos las cosas y que puede ser un antes y después en tu forma de trabajar y/o vivir?

Entender profundamente cómo la automotivación funciona, no es nada simple. Existe una amplísima bibliografía al respecto que te pueden ayudar en este proceso, incluso a mejorar algunos aspectos por más que te consideres una persona altamente motivada.

 

La motivación

Depende tanto de aspectos externos (condiciones laborales, equipo, estilo de dirección), pero fundamentalmente de aspectos internos: la capacidad intrínseca de la persona de automotivarse. Hoy el foco está puesto en este superpoder un poco olvidado.

 

 

¿Cómo hacer de la automotivación una práctica diaria?

Armamos en modo de checklist práctica una recapitulación de comportamientos que sirven para aumentar tu motivación. Algunas de estas conductas servirán más a unas personas que a otras, y cada quien puede tener su propio listado. Lo importante para cada trabajador es que se puede desnaturalizar el proceso, hacerlo consciente y sacar el mejor provecho a esta valiosa herramienta que es la automotivación.

 

Hay cosas que se pueden cambiar, pero ¡no todo! Aceptar la realidad y a los demás tal como son te puede liberar de una responsabilidad tan grande como agotadora.

Trabajar desde nuestros puntos fuertes y no dejar que manejen las riendas nuestras debilidades. Conocernos y aceptarnos, puede ser un ejercicio de automotivación.

Como los estudios de PNL indican, quejarnos por todo puede incrementar el malestar general y nublarnos el juicio. En cambio, tomar una actitud positiva de agradecimiento y valoración por lo que tenemos, puede fortalecernos.

Definir un rumbo

Define metas propias por las cuales valga la pena cada una de las tareas que desarrollamos, por más que individualmente algunas de ellas no nos gusten

Lo que hacemos importa. Dotar de sentido y profesionalismo a nuestro trabajo, a nuestro entorno puede colaborar fuertemente en la automotivación.

Buscar la proactividad es un ejercicio de creatividad y autonomía que colaboran con sentirte útil y valioso. En cambio si solo te mantienes reactivo, verás que pronto la corriente te comienza a arrastrar.

Confiar en lo que hacemos, ponerle pasión, y cuando ésta no está, apoyarnos en la responsabilidad y la satisfacción de un trabajo bien hecho.

No darnos por vencido. La perseverancia nos dará un sentido de avance, mejora y crecimiento que afecta positivamente el estado mental.

Pensando justamente en ampliar estos puntos, juntamos algunos consejos de automotivación en el trabajo para que vuelvas a enamorarte de tu trabajo. Todo por ganar, nada por perder.

 

  1. Conócete a ti mismo: ¿Qué te motiva?

 

Es importante pero no siempre suficiente tener un trabajo, es importante qué de ese trabajo te motiva, cuál es el recorrido profesional que proyectas, por qué estás ahí, qué es lo que más te gusta y lo que menos disfrutas, cómo el trabajo se relaciona con tu misión personal? Si te tomas un tiempo para responder estas preguntas, probablemente te será más fácil elegir tu motivación.

 

Un consejo aquí es mapear tus energías y compromiso con el trabajo. Esto consiste en un ejercicio de reflexión que te permite reconocer esas tareas que más disfrutas realmente y que tienen un impacto positivo en tu motivación.

 

  1. No dejes que el título de tu cargo limite tu motivación

A lo largo de las carreras corporativas hay muchas personas sintiéndose miserables por la poca proyección de sus roles y, por otro lado, otras proponiendo nuevos proyectos o formas de hacer las cosas… desafiando los límites y construyendo su propio rol dentro de una compañía.

 

Los títulos importantes o los mejores salarios no siempre son importantes para la automotivación. Cree y confía que eso que quieres hacer hoy puedes hacerlo y será percibido positivamente por tu equipo, tus clientes o tu compañía. Busca la proactividad, pregúntale a tu jefe, compañeros o clientes cómo puedes mejorar.

 

Si esperar a que otras personas te den ese trabajo que hace la diferencia sólo para tu persona, probablemente tengas mucho para quejarte y difícilmente la propuesta sea tan perfecta como sólo tú la imaginas. No pierdas tiempo, ese enriquecimiento de las tareas puede ser tu responsabilidad.

 

  1. Trabaja de manera remota

 

Trabajar en la misma empresa o la misma actividad todo el día, todos los días, en las mismas horas y en el mismo lugar, puede ser realmente un sedante mental. Pero hay buenas noticias: todos los estudios más recientes sobre el mundo del trabajo apuntan a la agilidad de los equipos, a generar espacios, puestos o días de trabajo remoto que impactan positivamente en la productividad.

 

Esa cuota de flexibilidad hace maravillas en la motivación en una monótona  rutina laboral. Planea, piensa o programa jornadas para ti o para tus equipos donde se puedan realizar tareas de manera remota. Verás que se trata de un quiebre que da mucho dinamismo y que colabora directamente con la predisposición mental de los trabajadores con el trabajo.

 

  1. Celebra tus conquistas

¿Qué te parecería llevar un diario de celebración donde registres todos tus triunfos? ¿O simplemente una lista de lo que tienes para hacer y lo que has logrado en el día? (por más pequeño que sea). Esto es un ejercicio de planificación que luego se traduce en una lista de gratificación.

 

Aprende a crear esos sistemas donde visualizas lo abstracto que has conseguido en tu trabajo. Pueden ser tareas pequeñas, como responder e-mails, hacer seguimiento a algún tema, o grandes como hacer una presentación importante. El efecto final es el mismo.

 

 

 Genera un sentimiento de misión cumplida.

  1. Rodéate de personas automotivarse

Sentimientos negativos, contaminan; ¡los buenos, también! Estar rodeado de personas llenas de energía, entusiastas, proactivos, hace la diferencia tanto si eres parte de una compañía o trabajas como freelance o independiente. Como una buena llama, te permitirá reavivar la pasión por tu trabajo, explorar nuevas posibilidades y te ayudará a mantenerte motivado.

 

El mundo del trabajo cambió. Emprendedores, trabajadores remotos, nómades digitales, profesionales freelancers, son sólo manifestaciones de lo que está ocurriendo realmente.

 

Las mejores compañías lo saben, son conscientes de la importancia de la automotivación e intentan colaborar y fomentar prácticas que la pongan en juego como: la autonomía, la escucha, la participación, la equidad en las recompensas o el desarrollo de carreras.

 

Las personas motivadas rinden más, por eso las organizaciones que lo hacen están un pasito adelantadas que aquellas que aún no lo ven. Empresas más humanas movilizan positivamente a sus equipos y estos responderán con lo mejor de sus súper poderes: la importancia de no necesitar un estímulo externo para dar lo mejor de sí mismo, la capacidad de automotivarse.

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