Vender es una misión complicada que requiere paciencia, dinamismo y una serie de otras habilidades importantes. Las características de las que hablamos pueden (y deben) ser desarrolladas con el tiempo, e incluso quien no posee algunas de estas cualidades naturalmente, las puede adquirir.
Sigue un proceso
Uno de los primeros errores es pensar que un buen vendedor es aquella persona que tiene la habilidad de convencer a cualquiera en cualquier momento. La verdad es que ninguna venta ocurre por casualidad, siempre hay un proceso que necesita ser seguido , al menos cuando hablamos de alguien que tiene un desempeño regular, sin grandes oscilaciones.
Tener un proceso de ventas bien definido y seguirlo, podrá anticipar el comportamiento de los clientes y actuar de forma que ellos continúen interesados en la compra. Este proceso debe tener en cuenta toda la jornada del cliente, desde el interés inicial hasta el cierre del negocio.
Sé un buen planificador
Es muy probable que tu escenario ideal de trabajo no implica negociar con un cliente solo a la vez, ¿verdad? Por eso, necesita adquirir la capacidad de planificar bien.
La falta de planificación puede resultar en conflictos de agenda, cancelación de reuniones, información intercambiada y otros inconvenientes, lo que nunca es bueno para las ventas.
Por eso, sea organizado para siempre honrar tus compromisos de forma puntual y mostrarte bien preparado para atender las demandas de todos los prospectos con quienes estés negociando.
Utiliza toda la ayuda que puedas encontrar
No hay vergüenza alguna en pedir ayuda y aprovechar las oportunidades que tienes de tener tu trabajo facilitado. Por lo tanto, utiliza toda la ayuda disponible, por ejemplo, elige buenas herramientas de ventas que hagan más productivo y ayuden a aumentar la eficiencia de tu proceso.
Además, observa a vendedores con más experiencia y pide consejos cuando sea apropiado . Incluso las acciones que parecen ciertamente pequeñas van a marcar la diferencia y te convertirán en un profesional más completo y confiado.
Conoce tu producto
Nadie confía en un vendedor que no tiene convicción en el producto que está vendiendo, y peor aún es el caso de quien ni siquiera sabe de lo que está hablando. Por eso, debes estar dispuesto a conocer cada detalle del producto o servicio que vende , pues eso es esencial para pasarle confianza a los clientes.
Tener un conocimiento sobre el producto es importante tanto para responder a las dudas que la persona pueda tener como para ofrecerle consejos valiosos de puede sacar más provecho de él.
Conoce a tu cliente
Si conocer el producto es importante, entender cómo el cliente actúa y piensa no se queda atrás, pues eso te crea una situación favorable, con algunas ventajas. Una de ellas es la oportunidad de personalizar mejor tu enfoque y centrarte en los puntos de mayor interés para la persona , haciendo que se sienta más cómoda para continuar con la negociación.
Conocer al cliente implica responder algunas preguntas: ¿Cuáles son los motivos que llevarían a comprar de ti? ¿Cuáles son algunos obstáculos que podrían dificultar el acuerdo?
Demuestra empatía
La empatía es la habilidad de ponerse en lugar de otros, y es crucial que sepas hacer esto para aprender cómo ser un buen vendedor.
A nadie le gusta tratar con una persona que solo piensa en los propios intereses y objetivos, y cuando un vendedor no tiene en cuenta la situación del cliente es exactamente esa imagen que pasa.
Por otro lado, por tratar de entender los motivos que llevan al cliente a cometer un error, podrá encontrar mejores soluciones y respuestas y, también, ofrecer acuerdos que sean buenos para ambas partes.
Sé más persuasivo
La persuasión, es decir, el poder de convencer a las personas, es un arte que va a transformar del agua al vino tu potencial de ventas. Pensando bien, podemos decir que la mayoría de las veces el cliente desea ser convencido. Esto significa que ha encontrado la oferta ideal, que se ajusta a tus necesidades; la buena noticia es que la persuasión puede ser aprendida.
Entonces, concéntrate cada día en técnicas que te ayuden a ser más persuasivo, lo que te va a llevar a cabo a cabo a conseguir acuerdos más ventajosos.
Sé honesto
Desafortunadamente, la profesión de vendedor todavía tiene una mancha desagradable por las malas prácticas que muchos insisten en seguir.
Una de ellas implica la idea de que para vender bastante es necesario engañar a los clientes y hacerlos comprar más de lo que realmente necesitan, o en algunos casos hasta adquirir un producto que no será de ayuda alguna.
No sigas este camino: sé honesto con todos los clientes, aunque esto te cueste algunas ventas.
El resultado será que los clientes que realmente atraigas serán más leales y podrán, incluso, actuar como promotores de tu trabajo.
Aprende a escuchar
No seas aquel vendedor que habla demasiado en el intento de impresionar al cliente o vencerlo por el cansancio. Esta táctica puede, incluso, funcionar con algunas personas, pero no es un buen modelo a seguir, lo más importante es aprender a escuchar lo que los clientes tienen que decir.
Escucha atentamente sus dudas, problemas, objetivos y luego responde con algo relevante. Este tipo de gesto crea una identificación profunda con el cliente, que surtirá efecto cuando llegue la hora de decidir.
Perfeccionate en el arte del seguimiento
Se equivoca quien piensa que las ventas ocurren siempre en el primer contacto. En la mayoría de los casos, es más difícil que eso y se hace necesario realizar algunas reuniones hasta que la situación se finalice.
Es ahí donde entra el seguimiento, que es básicamente el retorno que tienes que realizar para mantener vivo el interés del prospecto y, de esa forma, evitar que un competidor te lo arrebate.
Es el seguimiento bien hecho que va a llevar a cabo el cliente de una etapa del ciclo de venta al siguiente y hacer que finalmente realizar la compra.
Aprende a trabajar la post-venta
Tal vez piensas que la post-venta no se encuadra tan bien en el papel del vendedor, ya que debe ser realizada por otro profesional.
Pero no es así. Incluso, pensando de forma práctica, una post-venta bien hecha puede resultar en ventas futuras, entonces está directamente ligado a la fidelización; siendo así, todo vendedor que se aprecie debe buscar siempre fidelizar a sus clientes, ya que eso facilita su trabajo en el futuro y aumenta sus posibilidades de alcanzar (o superar) las metas.
Mide tus esfuerzos
Por último, pero no menos importante, mide todo lo que sea relevante para tu éxito con las ventas.
Crear este hábito será un factor clave para el progreso de tu carrera, ya que métricas y KPIs darán una visión exenta y real de tu desempeño.
Por medio de los datos que encuentres, será posible decir en qué etapas del proceso de ventas es necesario hacer mejoras, como aumentar la tasa de conversión, etc.
Si encuentras problemas pequeños que pueden ser fácilmente corregidos o serias deficiencias que van a requerir más tiempo y esfuerzo, el punto es que estarás en mejores condiciones de hacer ajustes.
Ahora que ya sabes cómo ser un buen vendedor, basta con seguir los consejos y seguir atento a todo lo que puedas mejorar con el objetivo de cerrar más ventas.