En épocas pasadas los programas maliciosos “se conformaban” con arruinar la información o simplemente molestar a través de pantallas o mensajes, ahora las amenazas van por el dinero de las víctimas a través de estos sofisticados programas de software malintencionado, conocidos como Ransomware.
¿Qué es el Ransomware?
Se denomina ransomware a una modalidad de malware que encripta la información de los equipos que infecta y pide un rescate (usualmente en bitcoins) para desencriptarlos. Si ese rescate no se paga en el plazo que el malware indica, entonces ya no será posible hacerlo.
¿Qué información se encripta?
En general encripta toda la información que se encuentra en el disco rígido del equipo infectado, como ser directorios, archivos, fotos, planillas de cálculo, etc, todo es encriptado y queda imposible de usar.
¿Cómo se produce la infección?
La forma más común es a través de “phishing” en este caso correos electrónicos engañosos que vienen con algún adjunto que le hace creer a la víctima que tiene una factura o documento similar. Cuando se hace click en este adjunto se produce la infección, pero no se advierte la misma inmediatamente, ya que el malware trabaja por detrás cifrando la información del disco rígido.
Usualmente cuando se reinicia el equipo y el malware ya tiene los datos cifrados aparece la pantalla con el pedido de rescate y el contador de tiempo restante para pagarlo. Algunos ofrecen incluso la posibilidad de hacer una prueba de descifrado de alguno de sus archivos para comprobar que si pagan, efectivamente se podrán recuperar.
Últimamente también se está haciendo común una nueva forma de infección a través de imágenes comunes compartidas en Facebook, que al hacer click sobre las mismas, se dispara la instalación del malware.
¿Qué opciones existen además de realizar el pago?
Existen algunas variedades de ransomware, más viejas, cuya tecnología de cifrado ha podido ser resuelta por investigadores o compañías dedicadas a la ciberseguridad. En ese caso, primero hay que remover el malware del equipo infectado y luego, con el programa apropiado, descifrar la información volviéndola a su estado normal.
¿Y si esta opción no estuviera disponible?
En ese caso las opciones son pagar o perder toda la información, a menos que se cuente con respaldos no infectados de dicha información (Esta es una práctica que siempre debe seguirse, realizar backups periódicos de toda la información importante).
¿Cuáles son las recomendaciones más importantes para protegerse de esta amenaza?
– Realizar backups periódicos de la información importante;
– Tener instalado un antivirus/antimalware confiable y siempre actualizado;
– No abrir archivos adjuntos de mails engañosos o de remitentes desconocidos;
– No abrir archivos adjuntos de mails no solicitados (spam);
– No hacer click en imágenes sin antes cerciorarse que no generan riesgos;
– Ante cualquier duda con archivos recibidos, analizarlos con un antivirus actualizado, antes de intentar abrirlos;
– No visitar sitios web sospechosos o de dudosa reputación.
Fuente: workana.com